Patricia no da la impresión de pretender esforzarse en caer bien al público. Se muestra a su manera. Personalidad que se trasluce a través de su música.
Se descalza y quita los calcetines antes de empezar la sesión, coge una copia de su último álbum “Higher” elevándolo hacia el público para recordar que está a la venta.
Después de cada tema ,cuya guía selecciona en una tablet que reposa en el piano, vuelve a recordar y a levantar el álbum que tiene colocado al lado derecho del piano. Nos cuenta que es un disco que trata sobre música porque según parece fue controvertida en otros anteriores.
Tiene una caja de control de sonido a su izquierda el cual ajusta continuamente mientras toca en cada tema. Me genera cierta intranquilidad y es una distracción del momento musical.
Me gusta, como escuchante de jazz, pararme en un músico en particular mientras la formación está tocando y así lo hice con este trio, después me fijo en el conjunto. Percibo que los tres por separado tienen mucha vida y te dejan con ganas de más.
La pianista de Chicago es una vocalista inusual de jazz. Su voz suena delicada y profunda. Sorprende, pero me emociona más su digitación al piano que su instrumento vocal.
La experiencia musical que atesora desde hace ya varias décadas le da seguridad y cohesión al trio.
Escuchamos largos solos del baterista. El contrabajista toca apasionadamente y consigue emocionar.
Dialogan fluidamente entre los tres. Hubo momentos mágicos, especialmente me gustaron más los temas de diálogos largos.
A su regreso, tras los aplausos del público, para un último tema eligen “You are my sunshine…”, canción que me hicieron aprender en las clases de inglés del colegio. No me pareció un broche acertado a su actuación.
Patricia Barber, piano
Larry Kohut, bajo
Jon Deitemyer, batería
© Texto: E. Moreno
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